Casi todo lo que tocaba Solti se llenaba de energía, mientras su impulso y determinación le sostuvieron durante distintos periodos difíciles. Nacido en Budapest en 1912 de familia judío-húngara, trabajó como pianista de ensayo y asistente de varios directores de orquesta reconocidos, entre ellos Toscanini, a quien veneraba. Su gran momento llegó en 1938, cuando dirigió Las bodas de Fígaro (1786) en su ciudad natal. Esa misma noche Hitler invadió Austria y, en respuesta, el gobierno húngaro introdujo leyes antisemitas. Solti se vio forzado a huir a Londres y no fue sino hasta el final de la guerra cuando su carrera comenzó un constante ascenso. Criticado en un principio por su feroz intensidad en los ensayos, se ganó una creciente admiración por su gran dominio técnico y férrea dedicación a la música, especialmente después de asumir la dirección musical de la Royal Opera House de Londres en 1961 y de la Sinfónica de Chicago en 1967. En 1958, inició el ambicioso proyecto de grabar en estéreo el ciclo completo de El anillo de Wagner (1848-1974). Solti tenía dudas sobre esta iniciativa, hasta que la primera entrega, El oro del Rin, se disparó en las listas de discos más vendidos. Aunque su repertorio era vasto, fue la ópera donde Solti causó su mayor impresión. Falleció en Antibes, Francia, en 1997.