Krystian Zimerman, ganador del Concurso Internacional de Piano Fryderyk Chopin en 1975, se ha labrado una envidiable reputación como pianista con un toque mágico. De Mozart a Beethoven y de Chopin a Debussy, sus versiones conquistan con sobria expresividad y un exquisito dominio del teclado. En esta aclamada grabación de 1993, ilumina los Preludios de Debussy con luz iridiscente. Ayudado por los formidables ingenieros de grabación de Deutsche Grammophon, Zimerman consigue que cada nota brille con asombrosa claridad. Cuando corresponde, toca también con picardía y misterio (por ejemplo, en “Minstrels” y “Ondine”), mientras que en el “Feux D’artifice” final da una clase magistral de control técnico y dramático. Pocas grabaciones hacen que la música para piano de Debussy suene tan fresca y vívida.