El álbum debut de una Barbara Streisand con tan sólo 21 años de edad, fue en muchos sentidos, un parteaguas en la escena musical de los años 60. Gracias a su notable y magnífica calidad vocal, fue capaz de convertir alguno de los temas en versiones immortales. Con estratosféricas interpretaciones, como en “Cry Me A River” o “Happy Days Are Here Again”, nada escapa a su indiscutible versatilidad, ”Who's Afraid of the Big Bad Wolf” así lo demuestra. Tono a tono, este álbum redefinió toda una época.