Time Out

Time Out

Hay algo irónico en el hecho de que Time Out, la incursión del cuarteto de Dave Brubeck en 1959 en los compases impares, los tempos mixtos y otros conceptos rítmicos avanzados, terminase vendiendo cientos de miles de copias y alcanzara el segundo puesto en las listas estadounidenses de pop. Su corte más famoso, “Take Five” del saxofonista Paul Desmond, se basaba en un nuevo ritmo de 5/4, pero hoy muchos lo recuerdan con una especie de jazz inofensivo para hilos musicales. Sin embargo, como escribió el cornetista de vanguardia Taylor Ho Bynum en The New Yorker poco después de la muerte de Brubeck en 2012, “aquellos músicos, demasiado modernos para su propio bien, que subestiman a Brubeck por convencional no saben lo que se pierden”. Time Out y el resto de los álbumes alrededor del concepto de tiempo del cuarteto (Time Further Out, Time Changes, Countdown: Time in Outer Space y Time In) merecen un lugar de honor entre los clásicos del jazz de pequeño formato de la época.Los ritmos de Time Out vienen en parte de la música clásica occidental, pero también de los viajes de la banda por India, Medio Oriente y otras regiones. El pulso rápido y asimétrico de “Blue Rondo A La Turk”, el tema que abre el disco, refleja la influencia balcánica y turca. Sin embargo, el cuarteto muestra un sentido pleno del swing en la sección rítmica que forman el bajista Eugene Wright y el baterista Joe Morello. El piano de Brubeck estaba impregnado de blues y tenía una conexión palpable con el stomp, el boogie-woogie y los estilos de jazz anteriores. Su estilo terminó eclipsado por el modernismo flexible de McCoy Tyner, Chick Corea y Herbie Hancock, pero en términos de contenido musical y personalidad, Brubeck ha resistido el paso del tiempo. También Desmond, cuyas improvisaciones personificaron el timbre más suave y el aire relajado del jazz de la Costa Oeste. El saxo alto de Desmond, realzado por la caja tocada con escobillas de Morello, es uno de los sonidos más reconocibles del jazz.Pero hay más en Time Out que “Take Five” y “Blue Rondo A La Turk”, sus dos clásicos instantáneos. “Strange Meadow Lark” tiene una preciosa introducción de piano en un tempo distinto y la entrada de Desmond pone la piel de gallina. “Three to Get Ready”, “Kathy's Waltz” y “Pick Up Sticks” están construidas sobre conceptos rítmicos bien elaborados e interpretaciones inspiradas de todos los implicados. “Everybody's Jumpin’” atrae con su elegante brillo modernista. Brubeck y su esposa, la letrista Iola, pronto modificaron la canción como “Everybody's Comin’”, la enérgica apertura de The Real Ambassadors, su revista musical satírica sobre el jazz y la diplomacia de la Guerra Fría.Las notas originales de Steve Race en Time Out caen a menudo en el panegírico del cuarteto, como si de alguna forma fuesen los únicos innovadores rítmicos del jazz. Es una visión que parece buscar un salvador blanco del jazz y suena especialmente absurda si pensamos en las grandes innovaciones del jazz en 1959. Pero Brubeck nunca dijo nada semejante, simplemente se dejó guiar por su imaginación para encontrar un sonido propio.

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