Un par de años después de aterrizar en el mainstream con su mixtape So Far Gone (2009), Drake estaba en una galería de arte de Los Ángeles cuando llamó su atención un letrero de neón que decía “LESS DRAKE, MORE TUPAC” (“MENOS DRAKE, MÁS TUPAC”). Por un instante se sintió ofendido y avergonzado, y pensó en arrancarlo de la pared, pero terminó comprándolo. Después de todo, pensó, si alguien pone tu nombre junto al de Tupac, aunque sea para quemarte, debes estar haciendo algo bien.Aubrey Drake Graham nació en Toronto en 1986 y se convirtió en una especie de voz generacional, un prisma que reflejaba su momento en la cultura pop.Desde el primer momento, había algo diferente en él. Podía sonar vulnerable en sus confesiones pero también increíblemente crudo. Pasaba del compromiso romántico más sentido (“Take Care”) a llamar por teléfono borracho (“Marvins Room”). Y hasta te podía convencer de que era un perdedor desde su palacio en la cima del mundo (“Started from the Bottom”). Los críticos, y ha tenido muchos, siempre recuerdan que empezó como actor (Jimmy Brooks en la serie juvenil canadiense Degrassi: la nueva generación), pero por encima de todo aparecía como una persona real, alguien a quien sus paradojas definen sin cancelar su humanidad.Aunque los sentimientos son siempre los mismos, el sonido (en su mayor parte cortesía de su colaborador habitual Noah “40” Shebib) no deja de cambiar: un poco de dancehall por aquí (“One Dance”), un poco de house por allá (“Passionfruit”), bounce de Nueva Orleans un día (“Nice for What”), boom-bap de la escuela Wu el otro (“Started from the Bottom”) y hasta trap-soul de última generación (“Hotline Bling”). Al igual que Kanye, Drake tiene tanto de curador como de creador y es capaz de organizar colaboraciones de los estilos más diversos y hacerlas encajar en su visión personal. Es ese talento el que ha hecho de él uno de los raperos y de los íconos pop definitivos de nuestro tiempo. “Es obvio que paso mucho tiempo en mi mundo”, explicaba a Zane Lowe en una entrevista de Beats 1 en 2016, “pero cuando tomo distancia para ver las cosas en toda su amplitud es normalmente en el estudio. Aunque en mi música no hay referencias directas ni literales, siempre he intentado que trascienda sexos y nacionalidades, que sirva para unir a la gente. De eso se trata en el fondo”.