Aunque en la cúspide de su carrera, Don Huonot, no frenó su interés por demostrar la madurez que cierto sector de la crítica siempre le exigió. El álbum, sin duda, cumple su objetivo y las canciones compuestas por todo el grupo, son probablemente las mejores de todo su historial. La seriedad del trabajo se refuerza con una producción laberíntica en la que guitarras distorsionadas y ritmos voraces aportan gran dinamismo al pop rock del conjunto. Un lugar ideal para abordar el legado de estos finlandeses.