Más allá de las inevitables comparaciones con Sinatra, el canadiense Michael Bublé representa como pocas voces el espíritu del crooner clásico en joyas de pop contemporáneo que combinan la magia del jazz vocal con una vulnerabilidad y cercanía emocional que simbolizan el siglo XXI. • Nacido al este de Vancouver, Bublé subió por primera vez al escenario cuando aún era un adolescente gracias a su abuelo, que ofrecía sus servicios de plomería en clubes a cambio de que dejaran cantar a su nieto. • Su debut homónimo de 2003 y el aclamado It’s Time, que llegó dos años después, lo convirtieron en una estrella global que alternaba covers del cancionero estadounidense con brillantes baladas de pop adulto. • Como sus ídolos, de Dean Martin a Tony Bennett, en 2011 lanzó su propio álbum navideño sencillamente titulado Christmas. • Su disco To Be Loved (2013) ganó el prestigioso GRAMMY al Mejor Álbum de Pop Vocal Tradicional, e incluye el hit “It's a Beautiful Day”. • En 2018, love, una colección de éxitos que abarca décadas, deslumbró a sus fans con íntimas interpretaciones de “My Funny Valentine” y otros clásicos. • Su regreso con Higher (2022) puso fin a un paréntesis de cuatro años en el que colaboró con diferentes artistas, como Gary Barlow y Sebastián Yatra (“Elita”), Sofía Reyes y Barenaked Ladies (“Gotta Be Patient”), o Dolly Parton (“Cuddle Up, Cozy Down Christmas”).