Como acompañante musical de la sala de ópera más famosa de Italia, la Orquesta del Teatro de la Scala de Milán ha estrenado óperas clásicas de compositores como Verdi, Rossini y Stockhausen. Ha colaborado con una galería ilustre de directores de orquesta, y recibido el afecto del público melómano más apasionado del planeta. Desde que La Scala abrió sus puertas en 1778, la orquesta era dirigida ya sea por su clavecinista o primer violinista, hasta que Alberto Mazzucato se convirtió en su primer director. Franco Faccio presentó conciertos independientes en 1872 y Arturo Toscanini, su principal líder desde 1898, fue nombrado director musical de la flamante orquesta autónoma en 1921. Leyendas como Victor de Sabata, Carlo Maria Giulini, Claudio Abbado, Riccardo Muti, Daniel Barenboim y Riccardo Chailly han trabajado con ella. Conocida por un sonido tan dinámico como consistente, la orquesta alcanzó un pico de plenitud en 1953 con una grabación en vivo de Tosca de Puccini con Maria Callas, dirigida por De Sabata y considerada por muchos como la mejor grabación operística de todos los tiempos. En 1982, la Orquesta del Teatro de la Scala fue reorganizada como la Filarmónica de la Scala y agregó un repertorio sinfónico a su agenda de óperas. Desde entonces se ha distinguido con un ciclo sinfónico de Beethoven comandado por Giulini a principios de los 90, así como una sensible lectura por parte de Chailly de The Fellini Album, con música de su amigo Nino Rota.