Entre texturas experimentales y sonidos orgánicos, el tercer álbum de Ely Guerra lanza una mirada profunda a algunos de los rincones más oscuros de su alma, en donde también se encuentra la raíz más profunda de su fortaleza. Sus letras descarnadas contrastan con la sensual calidez de su voz y la sofisticada elegancia de la producción de Andrés Levin, que combina las guitarras de Guerra con ritmos de trip-hop en relatos hipnotizantes como el grito desatado de “Yo no”, o la sensibilidad sonora de “Tengo Frío”. Esta maravillosa reedición, incluye además de las canciones originales, algunos remixes y temas inéditos.