Anthony Santos, uno de los reyes de la música latina, cambió el rumbo de todo un género, el de la bachata, añadiendo a su descarado contenido lírico un toque romántico que lo hacía más asequible. Muchas de sus composiciones son ya clásicos de esta nueva dimensión estelar que transportó la música de barrio a la industria musical. Esta reunión de logros combina las creaciones digitales con otros instrumentos más ortodoxos y rebosa desenfreno en un álbum hecho para bailar.