El rap de C-Kan brilla gracias a la genialidad con la que sabe mezclar la ruda firmeza de su esencia, con ciertos ecos de optimismo de barrio que se antojan, en el fondo, como algo que debería ser habitual en los poetas callejeros que hacen bandera de sus orígenes. Voy por el sueño de muchos es su particular oda al mundo que le ha alimentado de vivencias; transmitiéndole los valores de la denuncia social y la autenticidad de los planteamientos que ilustran este álbum tan suyo.