Practicantes del pop británico más melancólico y literario, The Clientele forma parte de una tradición que hunde sus raíces en las lluviosas canciones de Ray Davies. En Strange Geometry, Alasdair MacLean pasea cabizbajo por las calles de cualquier ciudad de provincia inglesa preguntándose por qué el amor y la aventura se escurren siempre entre sus dedos. Vestidas con arreglos de guitarras cristalinas y órganos anclados en los 60, sus canciones desprenden una belleza austera que cautiva una y otra vez.