En 1969, un año después del debut de esta banda experimental brasileña, los Beatles de Revolver seguían ejerciendo un influjo poderoso sobre los hermanos Baptista y la cantante Rita Lee. Sin embargo, el complejo collage de sonidos de su segundo álbum tiene un espíritu satírico y desenfadado que recuerda más a Frank Zappa. Las canciones, de corte teatral, mezclan cuerdas suntuosas con el trinar de las maderas y agresividad psicodélica cargada de fuzz. Haciendo gala del eclecticismo voraz que caracteriza a Tropicália, fragmentos sonoros tomados de la televisión brasileña aparecen junto a instrumentos como el theremin, la cítara diatónica y el órgano Hammond. El resultado final es un disco de pop psicodélico exuberante cuya reputación, alimentada por fans como Kurt Cobain o Beck, no ha hecho más que crecer en las décadas posteriores.