John Eliot Gardiner es admirado por la preparación escrupulosa e inmediatez visceral de sus interpretaciones. Este exigente director coral es un músico que se siente igualmente cómodo en el mundo de las representaciones con exactitud histórica y al frente de la Orquesta Sinfónica de Londres o la Filarmónica de Viena. Es, además, un hombre de teatro y fue director musical de la Ópera Nacional de Lyon entre 1983 y 1988. Nació en 1943 en Fontmell Magna, Dorset y mientras estudiaba historia en la Universidad de Cambridge, dirigió un concierto de las Vísperas de Monteverdi (1610). Esto marcó su destino, pues decidió estudiar música a nivel profesional. Sus lecciones con la legendaria Nadia Boulanger en París afilaron un talento casi forense que se refleja en la formidable precisión que espera de intérpretes y cantantes. Para plasmar sus ideas, fundó el Coro Monteverdi, y más adelante English Baroque Soloists y la Orchestre Révolutionnaire et Romantique para interpretar el repertorio del siglo XIX. Estas agrupaciones formaron el núcleo de varios proyectos ambiciosos, como el peregrinaje de cantatas de Bach que duró un año en 2000, o la gira operística de Monteverdi en 2017 para marcar el 450 aniversario de su nacimiento. El gusto de Gardiner es ecléctico e incorpora a Percy Grainger, Kurt Weill, Schütz y la polifonía española, caracterizándose por un sentido formidable de la aventura, una percepción penetrante y convicción arrolladora.