A comienzo de los '80, Ricky Skaggs fue en gran medida el responsable de un movimiento de la música country que proponía un retorno a la esencia del género. Demostró a muchos que un tenor bluegrass de impecable gusto y con enorme talento podía vender el country tradicional en una época en que la música pop había invadido el campo del ritmo rural. Entre 1982 y 1983, logró ingresar cinco singles directamente a los puestos número uno de ventas, obtuvo numerosos premios y fue elegido como el miembro más juvenil de la Grand Ole Opry. Su éxito ayudó a encender todo el movimiento llamado new traditionalist. Hacia fines de la década, su ingreso a las listas de mayor venta era menos frecuente pero ya se había establecido como ícono. ~ David Vinopal