Dueña de una de las voces más maravillosas del siglo XX, Sarah Vaughan figura al lado de Ella Fitzgerald y Billie Holiday en el máximo escalón de jerarquía de las cantantes de jazz. Al escucharla, a menudo daba la impresión de que con semejante amplitud de registro, su vibrato perfectamente controlado, y su variedad de habilidades expresivas podía hacer lo que quisiera con su voz. Si bien no todos sus álbumes son fundamentales (denle a la Vaughan una canción medio floja y sin duda la estrangulará), su legado como intérprete y artista de grabación será muy difícil de igualar en el futuro. ~ Scott Yanow