Caetano Veloso grabó Transa en 1972, en el final de su exilio político en Londres. Rock de guitarras acústicas domina el sonido del álbum, apoyado en el mosaico de música tradicional brasileña que subyace y multiplica la potencia emocional de canciones como “Neolithic Man” y “Mora Na Filosofia”. La discreta rebeldía de “It’s a Long Way” se convertiría en un himno de subversión política y “Triste Bahia”, con imaginería brumosa y melancólica, en el momento de mayor resonancia emocional del álbum.