Los Stone Temple Pilots lograron hacer del rock alternativo un rock para estadios; naturalmente, se convirtieron en la banda más duramente despreciada de su tiempo. A pesar de ser acusados por muchos críticos de no ser sino ladrones que robaban de Pearl Jam, Soundgarden y Alice in Chains, la banda ingresó al estrellato mayor en 1993. En vez de las frecuentes influencias del punk, la banda se parece más bien a los grupos de rock de estadios de los ‘70. Más allá de lo que pueda decir la crítica, los Stone Temple Pilots poseen innegables fraseos pegadizos y una producción atractiva; y allí está la razón por la cual más de tres millones de personas compraron su álbum debut, Core, y porqué su segundo trabajo, Purple, se disparó al tope de las listas, una vez lanzado. ~ Stephen Thomas Erlewine