Ampliamente reconocida como una de las mejores pianistas, Martha Argerich es dueña de una extensa discografía con conciertos icónicos: Chopin, Liszt, Prokofiev y quizás la mejor versión en existencia del Concierto para piano en sol mayor de Ravel. Además, música de cámara (especialmente la serie Live from the Lugano Festival, grabada entre 2002 y 2016) y dúos para piano (notablemente con Daniel Barenboim). Nacida en Buenos Aires en 1941, Argerich atrajo la atención internacional en 1965 al ganar la séptima edición del Concurso Internacional de Piano Frédéric Chopin en Varsovia. Continuó asociada a este evento y causó sensación en 1980 cuando dimitió del jurado luego de que Ivo Pogorelich fuera excluido de la etapa final. Los recitales de Argerich como solista son raros y seguidos con ahínco por su público. Su técnica envidiable y expresividad fuera de lo común ha motivado la reedición de sus primeros discos, entre los que se encuentra una grabación de su primer recital en 1961. A través de su vida, Argerich supo resguardarse de la prensa y concedió pocas entrevistas. Su hija Stéphanie, cuyo padre es el pianista Stephen Kovacevich, dirigió Bloody Daughter en 2012, un documental sobre el extraordinario talento de su madre.