El pianista y director ruso es un portento de la música clásica. En su repertorio, sobresale su Concierto para piano no. 3 de Rachmaninoff (1909), realizado en 1972 con André Previn y la Orquesta Sinfónica de Londres. La misma colaboración también produjo grabaciones de los conciertos de Prokofiev que se deleitan con el juego y acrobacias pianísticas de las obras maestras del compositor. Como músico de cámara, Ashkenazy ofreció grandes versiones de las sonatas para violín de Beethoven con Itzhak Perlman, como la Sonata de Kreutzer (1803), e interpretó magistralmente el Trío para piano en la menor de Tchaikovsky (1882) junto a Perlman y Lynn Harrell en su grabación de 1981. Nacido en 1937 en lo que entonces se conocía como Gorky, ingresó a la Escuela Central de Música de Moscú a los ocho años y comenzó sus estudios en el Conservatorio de Moscú 10 años después, construyendo su antología de Mozart, Beethoven y composiciones rusas. Dejó la URSS de forma permanente en 1963, mudándose inicialmente a Londres, donde firmó con el sello Decca. A mediados de los 70, comenzó a presentarse como director, mostrando su poder en el podio con las primeras grabaciones de las Sinfonías no. 4-6 de Tchaikovsky junto a la Orquesta Philharmonia. Antes de jubilarse en 2020, se desempeñó como director titular de la Orquesta Filarmónica Real de Londres, la Filarmónica Checa y la Orquesta Sinfónica de Sídney.