Una joven pareja norteamericana que vive en Londres se endeuda seriamente con justa causa. Una mañana encuentran que el inquilino del departamento de la planta de abajo fallece y deja 200.000 libras en efectivo. Todo lo que les queda por hacer es llevarse el dinero, y todos sus problemas se resolverían. Así lo hacen, y desde ese momento cosas muy malas comienzan a sucederle a esta buena gente