Los Black Crowes devolvieron el rock de toda la vida a las listas de éxitos; el de los Faces, los Stones, el del Memphis de Otis Redding. Y su logro fue el de hacerlo a su manera. Cualquier recriminación de revisionismo es rebatible bajo el peso de sus composiciones; deleites a la altura de los de sus ídolos que arden con esa instrumentación capitaneada por Rich Robinson mientras la voz de su hermano Chris, única, promete que la música siempre puede salvarnos.